El equipo de Ron Dennis denunció a BMW y Williams por utilizar supuestamente gasolina congelada, lo que prohibe expresamente el reglamento. Eso suponía la exclusión de Rosberg, Kubica y Heidfeld, lo que hubiera supuesto que Lewis acabara cuarto y se proclamara campeón.
Tras una larga deliberación de los comisarios deportivos, incluyendo las comparecencias de los implicados, la FIA decidió que no había pruebas ni argumentos suficientes para sancionar a estos equipos, por lo que el británico se quedó sin el último regalito del año.
Pues ya sabéis. Os quedáis sin titulínes. Ni uno ni el otro. A jod...se toca. Je, je, je...
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